La segunda cumbre de la Unión Europea y la CELAC. Por Marcelo Solervicens, Montreal, 14 de junio de 2015-06-14 Del 8 al 1
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Puesta online a las 16:46, el 15 de Junio del 2015
La segunda cumbre de la Unión Europea y la CELAC.
Por Marcelo Solervicens, Montreal, 14 de junio de 2015-06-14
Del 8 al 10 de junio se realizó en Bruselas, la segunda cumbre de la Unión Europea y la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños, bajo el titulo “modelando nuestro futuro común” [1]
Una cumbre entre dos bloques, que refleja las nuevas realidades del sistema internacional multilateral del siglo 21, donde los Estados Unidos no son la gran potencia imperial que controla la región. y debe recordarse que hoy, la Unión Europea, y no los Estados Unidos, son el primer inversor extranjero en la región. Otro gran actor es la republica popular China. La primera cumbre entre la Unión Europea y la CELAC se realizó en 2013 en Santiago de Chile. El próximo encuentro está previsto en 2017.
Durante dos días los representantes de 61 países entre los que había 40 mandatarios. Se trata de los 33 países latinoamericanos y del Caribe y los 28 países europeos que cuentan por un tercio de los países miembros de las naciones Unidas donde viven más de mil millones de personas.
Los representantes de los dos bloques, analizaron una serie de temas, entre otros, el cambio climático, la lucha contra la pobreza, las migraciones, el comercio para el desarrollo y el acceso a las nuevas tecnologías.
Luego de las discusiones se publicó una declaración final.[2] En ella se aborda una serie de aspectos en los que se plantea reforzar la relación entre los dos bloques.
Es necesario destacar que bajo la presidencia pro tempore del CELAC, el presidente ecuatoriano Rafael Correa, consiguió que se plasmaran en la declaración lo esencial de las posiciones de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe adoptadas en la última reunión de enero de este año salvaguardando la autonomía de los países latinoamericanos y las condiciones de respeto a la soberanía nacional.
Por un lado, la declaración saludó la reanudación de relaciones entre Cuba y Estados Unidos y condenó el bloqueo contra la isla caribeña que aun no ha sido levantado.
Por otro lado la declaración se refiere al comunicado de solidaridad con Venezuela de la CELAC de marzo de 2015, frente a las amenazas de Washington. A pesar del lobby del presidente español Mariano Rajoy y de otros, no se incluye una crítica a Venezuela como lo pedía la oposición y se respeta su soberanía nacional.
Además, la declaración expresa el “rechazo a medidas coercitivas con carácter extraterritorial contrarias a la ley internacional” y reafirma el compromiso con “la resolución pacífica de disputas”. Una clara alusión a las medidas coercitivas de carácter unilateral con carácter extraterritorial del gobierno estadounidense y la declaración de la CELAC que Am-rica latina y el Caribe son una zona de Paz.
La declaración también recogió el planteo de Argentina sobre la necesidad de proteger la reestructuración de deudas soberanas respecto del conflicto con los fondos buitres y el respeto de la integridad territorial, en alusión al conflicto de las islas Malvinas.
Además, se adoptaron algunas medidas concretas, como que la Unión Europea destinará 27 millones para el primer cable de fibra óptica que en 2017 unirá directamente los dos continentes a través de Lisboa (Portugal) y Fortaleza (Brasil) y es la primera infraestructura de este tipo que no pasa por Estados Unidos.
También se analizo el problema de las migraciones y se planteó facilitar la movilidad de las personas como base del estrechamiento de relaciones entre Europa y América Latina. Un problema no resuelto sin embargo.
También, la UE decidió apoyar con 26 millones de euros el acuerdo de paz del gobierno colombiano con las FARC y luchar contra las disparidades sociales y económicas de las regiones afectadas por el conflicto.
Otros problemas no alcanzaron solución como es de salir del empantanamiento de las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea, estableciendo un acuerdo que permita asegurar el acceso de las exportaciones en igualdad de condiciones entre los dos bloques.
La Cumbre permitió establecer mecanismos para llegar a posiciones comunes entre los dos bloques con vistas a las tres grandes cumbres que se avecinan: La agenda del desarrollo post-2015 en relación a los acuerdos del milenio; la cumbre del cambio climático que debe realizarse en Paris en diciembre, y la cumbre sobre el narcotráfico en el seno de la ONU prevista en 2016.
A pesar de que en Canadá la cumbre no fue cubierta por la prensa es necesario destacar la maduración de la región de América Latina y del Caribe. Se ha transformado gracias a la CELAC en un bloque, que a pesar de su diversidad se expresa de manera unificada frente a otros bloques que le reconocen como tal.
Como se recordará, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños es un mecanismo intergubernamental de diálogo y concertación política que por primera vez reunió los 33 países latinoamericanos desde diciembre de 2011, contribuyendo a formar el bloque latinoamericano por encima de las diferencias de gobiernos y permite una mejor negociación de la incorporación de la región al sistema mundial. Además de la cumbre con la Unión Europea, también se realiza el Foro CELAC
China; un mecanismo de diálogo con la Federación de Rusia. También relaciones con la Republica de Corea, con el consejo de cooperación para los Estados Árabes del Golfo, Turquía y Japón.
La declaración final con posiciones respecto a Cuba, Venezuela, Colombia y otros temas revelan que la región puede imponer su consenso establecer una posición como bloque frente a desafíos globales como el del cambio climático, el desarrollo, las relaciones internacionales y las migraciones.
Ello no deja de lado, los conflictos internos entre los países de la región; la existencia de las más grandes desigualdades sociales y económicas, también la dominación de las empresas transnacionales principalmente extractivistas.
Las relaciones de los gobiernos de la región con las multinacionales o transnacionales que imponen sus dictados a los gobiernos a todo nivel es uno de los problemas graves que sufre la región. Es algo que lo que recordó a los gobiernos la reunión paralela, la de la Cumbre de los Pueblos, que contó con la participación de más de mil delegados de 43 países, de Europa. América Latina y el Caribe. El tema central de la movilización social en el contexto de intensificación de la arquitectura de comercio e inversiones promovida por las transnacionales y la profundización de la resistencia social global en tratados como
Se trata de la oposición a los tratados secretos como el TTIP, el Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión; el CETA, Acuerdo Económico y Comercial Global con Canadá; el TISA, Acuerdo de Comercio de Servicios, parte de cuyos contenidos fuera filtrado por wikileaks. Todos esos acuerdos se adoptan entre expertos de servicio de las transnacionales y funcionarios, a espaldas de los ciudadanos, que sin embargo son quienes ven afectadas sus vidas.
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[1] Ver : http://www.consilium.europa.eu/es/meetings/international-summit/2015/06/10-11/
[2] Ver la Declaración final aquí http://www.europarl.europa.eu/intcoop/eurolat/key_documents/summits_eu_alc/2_celac_eu_2015/political_declaration_es.pdf
Panorama político en Quebec en junio de 2015.
Por Marcelo Solervicens, Montreal, 14 de junio de 2015-06-14
Esta semana terminaron los trabajos de la Asamblea Nacional en Quebec. Un balance marcado, en primer lugar por las políticas de austeridad del gobierno Couillard que terminan con el modelo quebequense, en segundo lugar, por el retorno de la opción nacionalista con la llegada de Pierre-Karl Péladeau al Partido quebequense y de Gilles Duccepe al bloque quebequense y, por último, con el retorno del debate sobre la neutralidad del estado y la radicalización islamista.
En la Belle Province, más de un año después de su elección, el gobierno mayoritario liberal del ministro Philipe Couillard consiguió imponer su agenda de austeridad que sentó las bases para el fin del modelo quebequense. Donde Jean Charest, con su reingeniería del estado fracasó, Couillard consiguió salirse con la suya.
El balance de las sesiones de la Asamblea Nacional y del primer año del gobierno Couillard, estuvieron marcados por profundas reformas conservadoras, que no había anunciado durante la campaña electoral, que impuso aprovechando los primeros meses de su mandato.
Algunos observadores hablan de la harperisacion de la política quebequense, porque si el primer ministro de Canadá, Stephen Harper en sus casi 10 años de gobierno ha cambiado fundamentalmente el Canadá, Couillard, que no tiene nada de un liberal tradicional, impuso una revolución conservadora en catimini, para destruir el modelo quebequense basado en la intervención moderadora de las desigualdades sociales por parte del Estado. Une demanda de largo tiempo, exigida por los sectores patronales y los sectores derechistas como el Instituto de Montreal. Couillard se aprovecho la lógica de austeridad imperante, para introducir transformaciones estratégicas.
Decidió limitar el aumento de los gastos en salud al 1,4% en la salud, por debajo del aumento natural del aumento de costos y de la inflación, lo que, en condiciones del envejecimiento de la población, profundiza la crisis del sistema de salud quebequense y favorece su privatización. Recortes presupuestarios que estuvieron acompañados por una serie de transformaciones estructurales como la eliminación de las agencias regionales de la salud y los servicios sociales y la expulsión del sistema de salud a los representantes de la sociedad civil, acompañada de la prioridad por objetivos del sistema de salud centrados en su función clínica y no en una visión holística que considera los determinantes de la salud.
Con la reducción al 0,2% de los gastos en la educación, otro elemento esencial del modelo quebequense que favoreció la educación para todos, provocó profundos efectos en lo que debiera ser uno de los objetivos esenciales del estado, afectando los servicios a los estudiantes con dificultades. Se trata del retorno de la concepción elitista de la educación. A ello se agregó la imposición de medidas como aumento de las tarifas de electricidad, el aumento de las tarifas de guarderías, terminando además con la universalidad. Las dos elecciones parciales del lunes pasado, le permitieron a Couillard el mantener el discurso triunfalista de que goza del apoyo de la población en su política de austeridad. En el congreso de los liberales el día de ayer, insistió en que seguirá profundizando la política de austeridad con la imposición del atraso de la jubilación hasta los 67 años, como plantean los conservadores federales. La cruzada por la austeridad no ha terminado.
De la renuncia del ministro de educación Yves Bolduc a la prepotencia del ministro de salud Gaetan Barrette, pasando por políticas como el de una oscura política marítima del rio Saint-Laurent, tergiversaciones en cuanto al respeto del medio ambiente, el estilo del gobierno Couillard es el de no abrir espacios de diálogo con la población y gobernar, como otros gobiernos conservadores con una concepción elitista de la democracia, presumiendo del apoyo de la mayoría silenciosa. Aunque consiguió imponer, sus reformas e imponer la represión para dividir y desarticular el movimiento estudiantil con la represión, se espera que el otoño esté marcado por las movilizaciones sociales por las negociaciones con los funcionarios del sector público.
El segundo aspecto que retuvo la atención en la asamblea nacional, fue la llegada del nuevo jefe del partido quebequense Pierre-Karl Péladeau, que plantea realizar la independencia de Quebec donde fracasó tanto René Levesque como Jacques Parizeau y que según los observadores ya no preocupa a los quebequenses. Los llamados del nuevo jefe del partido quebequense a la unidad de los soberanistas más allá del PQ han creado un nuevo contexto político marcado por la polarización nuevamente en torno a la llamada cuestión nacional. Falta mucho tiempo, 3 años, para las próximas elecciones en 2018, pero todo indica que se ha reabierto un nuevo ciclo de la zaga constitucionalista entre Quebec y Canadá.
La sorpresiva nominación el martes de esta semana de Gilles Duceppe, como jefe del Bloque quebequense, busca fortalecer esa formación que no tenia destino bajo su jefe Mario Beaulieu. Ello confirma que en este nuevo ciclo, de la última oportunidad según algunos, las fuerzas soberanistas están dispuestas a jugarse el todo por el todo para mostrar que todavía tienen fuerza. Esa apuesta es arriesgada porque nada indica que el Bloque pueda recuperar los votos que perdió en 2011. Se trata de una estrategia propuesta por Pierre-Karl Péladeau.
Las últimas encuestas indican que con el apoyo de los electores quebequenses, el NPD podría ganar las próximas elecciones al parlamento federal el 19 de octubre próximo. La encuesta Ekos indica que el NPD ganaría 33 %, los conservadores 27% y los liberales 23%. Una encuesta, el viernes pasado, mostró un aumento en diez por ciento de las intenciones de voto por el bloque quebequense. La apuesta por reinscribir la contienda constitucional trata de imponer un nuevo marco. Los electores soberanistas tendrá la dura decisión de elegir entre terminar con el gobierno Harper o reactivar la presencia soberanista en el parlamento federal como primer peldaño hacia la separación de Quebec.
Otro efecto de la llegada Pierre-Karl Péladeau es el retorno de la polarización. En su balance de fin de sesión, el jefe de la coalición avenir Quebec, anunció que reflexionaba en renunciar porque la polarización deja fuera de foco su partido, como se vio con la derrota su candidata en la circunscripción de Chaveau. Por su parte Philipe Couillard, los llamó a unirse al partido liberal porque defienden las mismas políticas.
La polarización ya está instalada. El primer ministro Philipe Couillard es reconocido como el más federalista de todos los ministros que haya tenido Quebec y se considera abiertamente primero canadiense antes que quebequense como lo fueran otros líderes liberales como Bourassa, Jean Lesage e incluso Jena Charest. Por su parte el nuevo jefe del partido quebequense no tiene empacho en decir que su prioridad es de obtener la independencia de Quebec.
Otro elemento que marcó el final de las sesiones de la Asamblea Nacional fue la presentación, finalmente, por el gobierno Couillard, de su proyecto sobre la neutralidad del estado, que impone menos criterios que el consenso establecido por la Comisión Bouchard Taylor permitiendo el uso del Chador en la función pública. Se reabre así el debate que las elecciones de mayo pasado habían cerrado. El otro proyecto de ley propuesto, contra la radicalización, se inscribe en la política de Harper para atacar la llamada radicalización de jóvenes islamistas.
El fin de las sesiones de la asamblea nacional hasta septiembre, arroja como balance que el gobierno Couillard, consiguió imponer su política de austeridad y desorganizó la movilización social, triunfando donde Charest había fracasado, se espera sin embargo fuertes movilizaciones este otoño. El retorno del debate constitucional puede seguir favoreciendo el gobierno Couillard si los soberanistas no consiguen imponer esa opción en el electorado.