_______________________________ Balance elecciones federales en Canadá #6: ¿Hacia un gobierno liberal minoritario? Por Marce
...
Puesta online a las 11:00, el 05 de Octubre del 2015
_______________________________
Balance elecciones federales en Canadá #6: ¿Hacia un gobierno liberal minoritario?
Por Marcelo Solervicens, Montreal, 4 de octubre de 2015
La larga campaña para el parlamento federal entró en la recta final. Iniciada el 2 de agosto, ha sido la más larga campaña de la historia moderna de Canadá. El 19 de octubre los ciudadanos canadienses deben acudir a las urnas para elegir los 338 miembros del parlamento federal.
Las encuestas esta semana apuntan hacia una caída en las intenciones de voto a favor del NPD dirigido por Tomás Mulcair al 26%. Hay un aumento sostenido de los liberales que ahora ocupan el primer lugar con apenas el 32% de las intenciones de voto, mientras que el partido conservador, a pesar del desgaste luego de casi diez años de controvertido gobierno mantienen el 30% de las intenciones de voto. Una última encuesta (Nanos) da incluso 35,3 a los liberales.[1] En esas condiciones, la recta final será muy exigente para las formaciones políticas que se disputan el derecho a formar el próximo gobierno ministerial.
Esta semana se realizaron dos debates a la imagen de las dos soledades de Canadá. Un debate sobre política internacional, principalmente en inglés, organizado por la institución Munk en Toronto y donde participaron solamente Mulcair, Harper y Trudeau. Y un debate solamente en francés sobre todos los temas de la campaña con la participación además del jefe del Bloque quebequense Gilles Duccepe, pero sin la jefa del partido verde, Elizabeth May. Ya no se espera ningún otro debate hasta la campaña. Varios consideran que la participación de Thomas Mulcair en una emisión de televisión de hoy podría permitirle relanzar su popularidad como ocurrió con el fallecido líder del NPD Jack Leyton en las últimas elecciones.
A estas alturas de la campaña, las posiciones defendidas por los partidos aparecen claramente. Ciertamente, no vivimos una época de grandes proyectos de sociedad y los argumentos no son de gran nivel, pero nadie puede plantear que no esté claro hoy día las posiciones de los partidos.
En el tema de la economía y política fiscal los conservadores de Harper y el Nuevo partido democrático de Thomas Mulcair, proponen mantener la política de austeridad. Sorprendentemente, los liberales de Justin Trudeau, son los que aparecen más a la izquierda porque plantean que es el momento de invertir masivamente para estimular la economía sin preocuparse del déficit. Los observadores estiman que este fue uno de los principales errores de la campaña de Thomas Mulcair. La prudencia de Mulcair, para no perder votos en Ontario, no le permitió encarnar el cambio en Quebec, donde s repugna la política de austeridad del gobierno Couillard y pese a que propone aumentar los impuestos a las empresas, del 15 al 17%. Por su parte los liberales plantean aumentar los impuestos de quienes tienen ingresos de más de 200 mil dólares, pero no cambiarán los impuestos a las empresas.
Adquirió gran interés esta semana la noticia que terminan las negociaciones sobre el Acuerdo de Asociación Transpacífico, entre Estados Unidos, Brunei, Darussalam, Canadá, Chile, Japón, Nueva Zelandia, Perú Singapur y Vietnam. Aunque no se conocen los detalles, el tema dejó dudas sobre el futuro de la industria lechera y automotriz en Canadá. El Bloque quebequense pudo marcar puntos al exigir que todos los partidos debieran comprometerse a no firmar el acuerdo si este vulnera los intereses del sector agrícola quebequense. El que más puntos pierde en el tema es Harper. Ahora todo indica que no se alcanzará a firmar el acuerdo antes de las elecciones.
Un tema que afecta grandemente a Harper es el de la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Está claro que la estrategia petrolera de Harper fracasó, porque no puede platearse estratégicamente el desarrollo sin aparearlo a la protección del medio ambiente. La estrategia de construcción de oleoductos no resulta. Entre los partidos de oposición todos plantean retomar la agenda del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
En las políticas sociales, el balance conservador es negativo. Sus políticas han favorecido el aumento de las desigualdades a través de transferencias fiscales tanto a las empresas como a los sectores de mayores ingresos. Tanto los liberales como el NPD y el Bloque quebequense y el partido verde plantean terminar con las políticas de los conservadores y favorecer la llamada clase media. El NPD con la política de creación de guarderías. Ambos partidos con eliminar la política de Harper de poner la jubilación de 65 a 67 años. Se plantean además aumentar las transferencias a las provincias en salud y para políticas sociales.
En política de seguridad los conservadores insisten en su agenda de seguridad. A pesar que las prisiones están llenas, seguirá con su estrategia de ley y orden. Plantean no solo quitar la ciudadanía a los juzgados por terrorismo sino que además a todos quienes tengan doble nacionalidad y que cometan crímenes graves. Su rechazo a una acogida masiva de refugiados Sirios refleja un cambio de la política de inmigración abierta tradicional de Canadá en situaciones de conflicto. Bajo los conservadores aumentó el número de refugiados y de inmigrantes apadrinados por ciudadanos o grupos de ayuda. Aumentó el numero de trabajadores temporarios en reemplazo de la inmigración tradicional.. Los liberales y el NPD coinciden en volver a una política de apertura a la inmigración.
Harper, liga la política de bombardeos en Siria a la seguridad de los canadienses estableciendo con la ley antiterrorista C-51 una disposición contraria a los valores canadienses. El NPD plantea eliminar esa ley. Los liberales prometen modificarla para reforzar la parte dedicada a la defensa de los derechos civiles. El NPD, plantea retirar las tropas de Irak y Siria, mientras que los liberales plantean dejar solamente militares que formen a los soldados iraquís.
Los liberales son el único partido que promete la legalización de la mariguana como único medio para quitarle al crimen organizado el control del comercio de mariguana y limitar su uso por los jóvenes.
Finalmente, paradojalmente, el tema del juramento de ciudadanía con niqab, se transformó en plataforma de Harper. Solo dos casos sobre cientos de miles de nuevos canadienses según el jefe del NPD. Los observadores consideran que fue una maniobra del primer ministro saliente Stephen Harper, para afectar a la oposición. En efecto, si los conservadores deseaban obligar que juraran sin niqab, les bastaba con cambiar el reglamento. La corte desestimó la directiva del ministro de inmigración Jason Kenney porque era de menor peso que el reglamento y no decidió sobre la validez o invalidez de jurar con niqab.
Ese debate ante el cual tanto el NPD como los liberales, aceptan el juramento con niqab, puede favorecer a Harper en el resto de Canadá pero podría fortalecer el Bloque quebequense en Quebec. La gran mayoría de los quebequenses, 93% según las encuestas se oponen al niqab y el 80% en el resto de Canadá.
Desgraciadamente en la campaña hay temas olvidados. Por un lado, el tema de las desigualdades sociales, particularmente de los pueblos indígenas de Canadá. El tema de la lucha contra la pobreza, que afecta el 15% de la población canadiense no ha sido abordado. Los partidos prefieren dirigirse a la llamada clase media.
Por otro lado, aunque está claro que los conservadores continuarán con su fracasada estrategia de privilegiar la exportación de hidrocarburos; no está clara la estrategia de desarrollo que plantea tanto el NPD como los liberales.
En otros ámbitos, no se ha tocado la política canadiense hacia América latina y otras regiones del tercer mundo y si Canadá volverá efectivamente a tener un rol importante en la cooperación internacional.
Faltando solo dos semanas para las elecciones, el tema central de los próximos días, es cual partido de oposición tendrá éxito en presentarse como el portador del cambio luego de largos nueve años de gobierno conservador.
Con la ayuda del experto australiano de la wedge politics (política de división) los conservadores de Stephen Harper, sacan cartas de la manga como la polémica sobre el niqab. Esperan también beneficiar si se firma el Acuerdo de Asociación Transpacífico, para reforzar su campaña en los últimos días.
Por el momento son los liberales de Justin Trudeau quienes han conseguido posicionarse finalmente, luego de una larga campaña en que la oposición estaba dividida en torno al 30%, como una posible alternativa a los conservadores. Para ello, proponen un plan que incorpora posiciones tradicionalmente esgrimidas por la izquierda canadiense en el NPD. Paradojalmente el NPD de Thomas Mulcair aparece como más centrista que los liberales. El NPD no consiguió seducir con su política prudente de equilibrio presupuestario a los electores en Ontario y pierde puntos en Quebec, generalmente opuesto a las políticas de austeridad del primer ministro provincial Philipe Couillard.
El jefe del Nuevo partido Democrático, Thomas Mulcair tendrá la difícil misión de cambiar la tendencia en las dos semanas que quedan para la elección del 19 de octubre próximo. Sobre todo porque muchos electores quieren, más que nada, cerrarle el paso a una posible reelección de los conservadores, votando por el partido opositor que tenga más posibilidades de derrotar a Harper.
________________________________________
[1] Liberales 35,3; Conservadores 31%; NPD 24,3%. Ver http://www.nanosresearch.com/library/polls/20151003%20Ballot%20TrackingE.pdf