Chile es uno de los países con mayor desigualdad educativa del mundo Camila-5Camila Escanilla escasegov Kinder Imagen Chile
Chile es el noveno país de la OCDE más desigual del mundo. Dentro de las 34 naciones que la componen destaca Chile como uno de los países con más altos niveles de desigualdad salarial a nivel mundial. El informe señala que el 10% más rico de Chile tiene un ingreso 27 veces mayor al 10% más pobre. La solución no radica en que deje de existir la educación privada, sino en que la educación pública y de calidad exista como un Derecho Universal garantizado por el Estado y sin dejar a la educa...
Puesta online a las 20:16, el 26 de Mayo del 2016
Chile es uno de los países con mayor desigualdad educativa del mundo
Camila-5Camila Escanilla
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Chile es el noveno país de la OCDE más desigual del mundo. Dentro de las 34 naciones que la componen destaca Chile como uno de los países con más altos niveles de desigualdad salarial a nivel mundial. El informe señala que el 10% más rico de Chile tiene un ingreso 27 veces mayor al 10% más pobre.
La solución no radica en que deje de existir la educación privada, sino en que la educación pública y de calidad exista como un Derecho Universal garantizado por el Estado y sin dejar a la educación bajo el arbitrio del mercado.
Según el informe, Chile es uno de los países de más bajo rendimiento académico, lo cual nos sitúa al lado de Perú, con quienes lideramos un grupo de once países en donde la situación socioeconómica del alumno tiene mayor impacto sobre su rendimiento escolar.
Además, pertenecemos al 10% de naciones que no posee un Estado que garantice educación como Derecho Universal, sino que decide dejar al arbitrio del mercado esta necesidad básica, traspasando la responsabilidad hacia las familias, viéndolas como las únicas responsables de proveer educación de calidad para sus hijos.
El Estado se hizo parte de este diseño a través de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) que se plasmó en la Constitución del ´80. Creyeron que si aseguraban la competencia entre privados estos darían a todas las familias la calidad esperada, ya que el mercado regularía por sí solo este aspecto. Sin embargo, esta tarea no se completó sino hasta los años ´90, cuando el Estado de Chile finaliza su labor en democracia y crea el sistema de subvención escolar, el cual está destinado a financiar vía bono o voucher a las familias, mecanismo que asigna un monto mínimo para cada alumno y así ordena al resto de acuerdo a lo que cada familia pueda pagar.
Por ello, el Estado fue lentamente bajando los estándares de calidad en la educación que impartía, para abrirle paso al mercado, pasando a cumplir el un rol subsidiario con respecto al mercado. La idea del bono o voucher consistía en otorgar una ayuda a las familias para que estas pudieran palear el gasto, desconociendo su labor como garante del Derecho, ya que si se buscara esto último, lo más lógico sería que ese financiamiento lo recibieran las escuelas públicas a través de un aporte basal directo que garantizara la calidad.
Cuando se introdujo el mercado en la educación, a través de la Constitución de 1980, se pensó también en un indicador de calidad, el cual consistió en una prueba de medición estandarizada, un ranking que fuera capaz de medir calidad para guiar a las familias en su elección, esta prueba se llamo Simce. Se pensaba que las escuelas iban a competir por atraer familias y así irían mejorando su calidad, en el afán de captar más alumnos, pero eso no pasó.
La prueba Simce funcionó en la práctica como un indicador de distribución de la calidad de la educación a lo largo de Chile, mostrando en qué tipo de escuelas; públicas, subvencionadas o privadas se concentraba esta calidad, siendo estas últimas escuelas las que lideran los resultados cada año, calzando bien con datos pertenecientes a la estratificación económica de la nación.
Sin embargo, la solución no radica en que deje de existir la educación privada, sino en que la educación pública y de calidad exista como un Derecho Universal garantizado por el Estado.