Jorge Luchsinger, La Moneda, el fascismo, los violentistas de la Araucanía y el doble estándar
Cerca de las 13 horas de este jueves un grupo de agresivos "y pacificos sureños" encabezados por el hijo de los ancianos asesinados cobardemente en la Araucanía el 2013, Jorge Luchsinger llegó a menos de 50 metros de la propia oficina de la Presidenta Bachelet. Venían en "son de paz": con linchacos, cañas y máquinas para producir shocks eléctrico. Y con el apoyo del grupo terrorista de ultra derecha, Patria y Libertad...
Puesta online a las 11:03, el 28 de Agosto del 2015
Jorge Luchsinger, La Moneda, el fascismo, los violentistas de la Araucanía y el doble estándar
27/08/2015 |
Por Alfredo Peña
Cerca de las 13 horas de este jueves un grupo de agresivos "y pacificos sureños" encabezados por el hijo de los ancianos asesinados cobardemente en la Araucanía el 2013, Jorge Luchsinger llegó a menos de 50 metros de la propia oficina de la Presidenta Bachelet. Venían en "son de paz": con linchacos, cañas y máquinas para producir shocks eléctrico. Y con el apoyo del grupo terrorista de ultra derecha, Patria y Libertad
Nadie puede negar los sufrimientos que ha padecido Jorge Luchsinger, hijo del matrimonio asesinado y quemado vivo el 2013 por un grupo de delincuentes entre los que está identificado un comunero mapuche.
Ese fue un crimen deleznable, cobarde y artero sobre todo contra dos ancianos indefensos que estaban en su casa en la Región de la Araucanía por un grupo que quiso causar terror y los quemó en su dormitorio.
Este jueves, el vocero de la familia Luchsinger, Jorge, llegó a Santiago. Para protestar para que los camiones quemados que venían de Temuco llegaran a La Moneda.
Llegó hasta la Plaza de la Constitución. Se incorporó a un grupo de unas 50 personas. Ese grupo de fanáticos y fanáticas -supuestamente pacifícos y que venían del sur de Chile- venían con palos, cañas y otros elementos contundentes como nunchacos o linchacos que guardaron en sus mochilas .
Sus gritos eran novedosos pero no dejaron de recordar a la dictadura de Pinochet: "Y va a caer, y va a caer...la dictadura va a volver"...o "Bachelet, Bachelet, terrorista de la UP". Esos eran los gritos del grupo en el que participaba el vocero de la familia Luchsinger.
Luego de ser atacados por un grupo de mapuches en calle Teatinos, los 50 "sureños" arrancaron y se refugiaron -con el gentil apoyo de Carabineros- en el subterráneo del Centro Cultural La Moneda. Ahí estuvieron ocultos por más de cuatro horas, hasta que los mapuches se fueron del lugar.
Hasta ese sitio llegamos. Estuvimos con ellos y ellas. Cambio21 los observó. Los fotografió. No había otro medio de comunicación.
Aún tenían sus objetos contundentes en sus manos. Tubos de pvc con fierros en su interior quedaron botados en el Centro Cultural que inauguró Ricardo Lagos.
Pero lo más grave es lo que observó Cambio21.
En un pequeño grupo donde Luchsinger mantenía comunicación permanente y que usted los puede ver en las fotos, habían tres sujetos con misiones claras: uno de ellos daba las órdenes, (parka azul) especialmente a las mujeres; uno obeso y de polera negra y jeans azules que mostró varias veces el letrero que identificaba al grupo terrorista de ultra derecha Patria y Libertad que era el más violento. Y el tercero, uno de un metro 70 aproximadamente, con pantalones café y polar del mismo tono café, portaba en sus ropas una máquina para producir choques eléctricos a las personas. Incluso ante el propio Luchsinger se jactaba del aparato y lo hacía funcionar, produciendo chispas con el instrumento de ataque.
Era como ver una película de los 70. Un grupo de supuestos "pacificos sureños" que intentan provocar con violencia a la autoridad.
El gordo de polera negra que blandió el letrero de Patria y Libertad -que ocultó su rostro cuando lo mostró- pero que Cambio21 lo logró fotografíar "en su refugio" del subsuelo del Centro Cultural, le señalaba a viva voz a Luchsinger y otros sujetos que debían organizarse "de nuevo" para llegar a La Moneda. "Piñera es un traidor. La Matthei igual...voté por ella pero ella y son todos unos traidores. Todos los UDI".
El mismo vociferante sujeto le decía a Luchsinger que "tenían que volver a las poblaciones y hacer manifestaciones para liberar a los presos políticos militares (sic) que están presos en Punta Peuco". Y el menor de los Luchsinger impávido. Incluso el representante de Patria y Libertad en la marcha alcanzó a esbozar que el Mamo Contreras era "un libertador de Chile".
Todos los chilenos queremos que haya concordia, paz y diálogo en Chile. Pero a Jorge Luchsinger le enviamos un consejo: unirse a grupos de fascistas que sólo buscan violencia le hace mal a su noble propósito de buscar justicia por el cobarde crimen de sus padres.
Y le recordamos el sabio aserto: Dime con quién andas y te diré quién eres...