Fin al lucro, copago y selección en educación. La desconfianza aprendida Como en sociología existe el concepto la “desespera
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Puesta online a las 14:41, el 15 de Septiembre del 2014
Fin al lucro, copago y selección en educación. La desconfianza aprendida
Como en sociología existe el concepto la “desesperanza aprendida”, también se podría acuñar el término la “desconfianza aprendida” para aplicarlo a las reformas propuestas por el actual gobierno, especialmente la educacional.
Michelle Bachelet, la Concertación y su hija, la Nueva Mayoría tienen un irrefrenable impulso por engañar al movimiento estudiantil por medio bellas promesas, grandes titulares y formación de comisiones que, posteriormente, terminan transando con la derecha que, fácilmente doblega sus deseos de cambio.
El peor ejemplo de esta manera de actuar ocurrió luego de la famosa rebelión de los pingüinos, a quienes embolinó mediante la formación de una inmensa comisión, donde hubo algunos aportes positivos, sobre todo sobre el tema selección, propuestos por el profesor Juan Eduardo García-Huidobro, pero toda esta fanfarria terminó en el famoso cuadro para la historia, de los tomados de la mano, en La Moneda.
Como el marido engañado, el pueblo y los estudiantes – con resignada caridad cristiana – están dispuestos a perdonar “70 veces siete”, como reza el Evangelio de hoy – no crean que me he convertido en un beato, sino que entre gallos y media noche se me ocurrió prender la TV, para intentar volver a dormir, con el arrullo de estas cristianas palabras -.
Siguiendo con la biblia, nuestra Presidenta no espera – pienso – como San Pedro, que el gallo deba cantar tres veces para transar la reforma tributaria, entre te, pasteles y jugosa conversación.
Parece que ha llegado la hora de pactar con los sacristanes, dignos representantes de la derecha, así como con los “príncipes” de la Democracia Cristiana. Hablar de poner fin al copago, al lucro y a selección, parecían cambios paradigmáticos, como si fuera el verdadero rescate de la educación, concebida como bien de consumo, como parte inherente al mercado, transformándola en un derecho esencial, que el Estado debiera asegurar.
Paulatinamente, los sacristanes han venido transformando estos demonios apocalípticos, que pretendían terminar con el culto “mamónico” del neoliberalismo educativo, en pólvora mojada que, en el fondo, sólo adorna la educación de mercado.
Veamos: en primer lugar, la selección si no se prohíbe desde el jardín infantil hasta la universidad, además, para todos los establecimientos educacionales, empieza a carecer de sentido y su impacto será nulo; ya ocurrió con la famosa selección hasta el séptimo básico, en que la ley existe, pero que no se cumple, pues en los colegios se selecciona por dinero, por costumbres, por supuestos valores tradicionales – bautismo, matrimonio, y otros -. En este proyecto de ley, las excepciones son más que la regla, por ejemplo, los colegios particulares pagados continúan seleccionando sin ningún problema legal. Se le agrega, ahora, los llamados colegios emblemáticos, que acogen a la aristocracia laica – nada de extraño si agregaran los particulares subvencionados, que podrían acudir al Tribunal Constitucional, pues atropellaría el derecho de igualdad ante la ley al permitirles a unos y no a otros, sin justificación alguna.
En segundo lugar, el fin al lucro, que nunca se ha respetado en las universidades privadas aun cuando la ley lo prohíba – esta chiquilla nació para ser siempre violada -. Ahora los colegios inventarán otras formas para lucrar, tan hábiles como las que emplean las universidades: altísimos sueldos para los sostenedores que podrán recibir una remuneración mensual.
En tercer lugar, el copago que se extiende cada vez más en el tiempo y que se amplían las garantías para los actuales sostenedores, que lucran con la educación.
En cuarto lugar, la recaudación por vía reforma tributaria, recientemente aprobada, es insuficiente para financiar estos cambios.
No sé por qué intuyo que la desconfianza aprendida tiene muchos motivos que la justifican.
Rafael Luis Gumucio Rivas
14/09/2014